Durante el último año la multilateral de desarrollo fortaleció su patrimonio mediante diversos aportes de capital anticipados por sus países miembros, como por la generación sostenida de utilidades.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), fundado hace 63 años por los países de la región con el propósito de contar con una fuente de recursos propia con capacidad de atender sus necesidades de inversión para mejorar la calidad de vida de sus pobladores, se convirtió desde hace varios años en su principal brazo financiero.
Condición que mantiene gracias a su solidez, ratificada en el último año con la mejor calificación crediticia de América Latina “AA”, por reconocidas agencias como Standard & Poor’s (S&P), Moody’s Investors Service y Japan Credit Rating Agency (JCR), quienes valoraron las considerables reservas de capital exigibles de sus accionistas; como también por la aplicación de un conjunto de políticas financieras que promovieron una robusta posición de liquidez, un nivel muy fuerte de adecuación de capital, niveles estables de rentabilidad y la diversificación de sus fuentes de financiamiento.
Algo que internacionalmente es reconocido y que facilitó la captación de recursos competitivos mediante la ejecución, en 2022, de quince transacciones en los mercados de capitales de Australia, Suiza , China (Taiwán), Japón, México, y otros, por un monto agregado de US$1,259.8 millones, del cual el 64% corresponden a emisiones de bonos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).
“Seguimos mostrando resultados muy positivos, el Banco se prepara para atender un futuro en el que la única certeza es que nuestra región seguirá necesitando el apoyo inequívoco de un aliado que la atienda de forma prioritaria y con las mejores condiciones financieras, en beneficio de todos sus habitantes”, declaró el presidente ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi.
El acreedor preferente de la región
La solidez financiera del BCIE también fue respaldada en 2022 por sus países socios, con cuotas de capital que ascendieron los US$88.5 millones en pagos en efectivo; y el acceso a US$4,290.0 millones sumado en aprobaciones durante el mismo periodo, además de desembolsos por US$2,163.9 millones para financiar proyectos de energía, viales, transporte ferroviario, salud y seguridad. Contabilizando una cartera total de proyectos por aproximadamente US$9,254.9 millones.
Cifras que la multilateral más relevante de la región prevé aumentar para 2023, con aprobaciones por el orden de los US$3,300.0 millones que, sin duda, pueden mejorar sus condiciones crediticias al realizarse una ampliación de su capital, posibilitándole abrir espacio a la incorporación de nuevos socios con alto rating, mejorar los costos de captación en los mercados de capital, ampliar su oferta, y favorecer a sus países miembros con mejores plazos y tasas de interés.