La pandemia del COVID-19 además de ocasionar la mayor emergencia sanitaria en el mundo, también provocó la interrupción educativa más grande. Más del 90% de la población estudiantil tuvo que quedarse en sus casas. Miles de niños y niñas quedaron sin acceso a programas sociales vitales para su proceso de aprendizaje, como la alimentación y la salud escolar.


La población infantil centroamericana se ha visto igualmente afectada y, es por eso que Cargill, con el apoyo de su aliado el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), realizó una donación de más de US$125 mil para entregar provisiones de alimentos, kits de higiene e información de buenas prácticas de aseo y bioseguridad. Con esta donación, se impactará directamente a 22,564 escolares y sus familias en Guatemala, Nicaragua y Honduras. 


“Esta es la forma en la que Cargill hace tangible su propósito de nutrir al mundo de manera segura, responsable y sostenible; además también es una forma de asegurar que la agricultura facilite un sistema alimenticio seguro y accesible para todos”, expresó Xavier Vargas, presidente de Cargill Proteína – Latinoamérica, quien también destacó que la compañía trabaja en alianza con diferentes actores locales para potenciar el desarrollo y el impacto en cada actividad y programa que realiza.

Este proyecto proporcionará meriendas diarias a 3,970 niños y niñas en el primer trimestre del 2021, en Jinotega, Nicaragua. En Honduras, se beneficiarán 11,364 escolares y sus familias dentro del Programa Nacional de Alimentación Escolar del Sistema Educativo oficial. Por otra parte, en Guatemala, 7,230 niños y niñas de 28 escuelas se beneficiarán cuando regresen a clases.

“Agradecemos a nuestro socio de muchos años, Cargill, por su importante compromiso de apoyar la respuesta a la pandemia del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas”, expresó Barron Segar, presidente y Director Ejecutivo de World Food Program USA. “Cargill es un excelente ejemplo del compromiso de la industria agrícola en su constante apoyo a la alimentación de personas de todo el mundo. Esta contribución ayudará a que miles de niños en edad escolar de las comunidades más afectadas de Centroamérica tengan acceso a alimentos durante la pandemia”, agregó Segar.

En tanto, madres y padres de familias de los escolares beneficiados se mostraron agradecidos, ya que sus hijos e hijas podrán seguir recibiendo su alimentación.

“Esta es una gran ayuda y nos sentimos muy felices de venir a la escuela a retirar este alimento, pues los niños, cuando se alimentan bien, aprenden mucho mejor”, dijo Blanca Licona, quien es madre de dos niñas de uno de los 33 centros beneficiados en Honduras, donde ya se realizaron las entregas a finales de agosto.

“Para los padres de familia sería un problema muy grande dejar de recibir los alimentos, en esta situación que estamos viviendo con el coronavirus. Falta el trabajo y hay mucha necesidad”, manifestó Martha Lucrecia Pineda, mientras colaboraba en la cocina de las escuelas beneficiadas en Nicaragua, donde estudia su hija.

El trabajo de Cargill en estos países es un ejemplo de cómo está trabajando la empresa con los aliados y organizaciones sin fines de lucro alrededor del mundo para asegurar que las personas tengan acceso a alimentos nutritivos. Sólo en el pasado año fiscal, en todas las comunidades en donde los colaboradores de Cargill viven y trabajan, la compañía ha entregado más de 39 millones de comidas a bancos de alimento globales y locales. Los empleados de Cargill se mantienen comprometidos y motivados con ayudar a garantizar la seguridad alimentaria para sus vecinos, a través de esfuerzos personales y contribuciones monetarias corporativas, junto con donaciones de productos.

Visite https://www.cargill.com/about/community-engagement para aprender más sobre el trabajo que realiza Cargill con sus aliados globales y locales para construir comunidades robustas y nutrir al mundo.